jueves, 17 de marzo de 2016

Reseña: Donde siempre es Otoño de Ángeles Ibirika






Título: Donde siempre es Otoño
Autor: Ángeles Ibirika
Editorial: Booket
Num pags: 478

Sinopsis
Como cada otoño, Ian O´Connell, afamado escritor de novelas de amor, se aísla en su apartado refugio de Crystal Lake para escribir su nuevo éxito. En su desesperada búsqueda de la inspiración que por primera vez le ha abandonado, encontrará a Elizabeth Salaya. En ese entorno idílico, mientras la va convirtiendo en la protagonista de su novela, el amor comenzará a entretejerse entre los dos sin que él sea consciente. Un amor que nunca creyó que existiera más allá de los libros, y que, junto al gran secreto que esconde Elizabeth y por el que intentará alejarlo de su lado, le harán dudar de todo lo que hasta entonces había creído firmemente.
En la hirviente Manhattan, envuelta en el ardor de los candidatos en plena carrera hacia la Casa Blanca, los caminos de Ian y Elizabeth volverán a cruzarse. Pero en medio de intrigas, ambiciones y cadenas de favores que amenazan con tambalear los cimientos de la alta sociedad neoyorquina, será enfrentarse a sus sentimientos y miedos lo que cambie sus vidas para siempre


Opinión

Está claro que Ángeles Ibirika es una de las escritoras más importantes dentro de la novela romántica de nuestro país, por eso resulta raro que haya tardado tanto en leer un libro suyo.  Aunque me temo que no he escogido el mejor.
Siguiendo con mi reto de pendientes y para poner también arreglo a tal despropósito, en febrero decidí leer “Donde siempre es Otoño”. Vamos a dejarlo en que la experiencia no ha sido lo que esperaba.

Estamos ante una historia de amor de esas dramáticas a mas no poder, donde el amor duele, es cruel, cuesta trabajo lograrlo y deja víctimas por el caminoNo se si la clasificaría como sentimental en algún momento dado.

El comienzo de la novela es bonito, la manera en que ambos protagonistas se conocen, como él se queda prendado de esa mujer que adivina en la bruma y le intriga,  la manera en la que ella le esquiva...  Ese juego de gato y ratón que se traen, es descrito por la escritora con esa delicadeza de sentimientos que se hace agradable.  Pero según el libro avanza he empezado a tener problemas.  



Vamos con los personajes:

Ian, es un escritor de novelas románticas a punto de casarse con una chica que podría considerarse perfecta y que le adora.
Casi toda la novela está centrada en él, o por lo menos es el personaje que mejor está dibujado, resultando en un principio, un ser egoísta, mujeriego y ciertamente insoportable.  Mientras leía la novela, no podía evitar sentir que gran parte de la fijación amorosa que este personaje siente por Elisabeth es producto del rechazo de ella, algo que pocas veces ha experimentado.  Es cierto que Ian evoluciona, pero no he llegado a ver  una pérdida total de ese carácter egocéntrico de las primeras páginas hasta casi el final, y para mi ya era muy tarde


Elizabeth, una mujer misteriosa, de la que no se nos cuenta demasiado.  Según leemos vemos cosas de su vida, de sus relaciones, de cómo estas influyen en la trama, pero de ella como persona no sabemos casi nada.  Me he encontrado con un personaje plano, que me ha dejado bastante indiferente y debido a esto, no he logrado entender esa fascinación de Ian por ella más allá de su belleza.

Audrey, prometida de Ian, una mujer básicamente buena, educada para casarse y ser la perfecta esposa de clase alta.  Un personaje del que se poco, pero llego a conocer un poco mas que a Elizabeth, algo que no deja de ser curioso.

Junto a estos principales, tenemos a otros secundarios que juegan papeles muy importantes dentro de la trama:  Stephen, candidato a la Casa Blanca y que forma parte de la vida de Elizabeth de una forma muy importante, o Edgar, el mejor amigo de Ian y un gran confidente que le apoyará en más de una ocasión.




No puedo decir que la novela no me haya gustado, ya que pese al problema que he tenido con los personajes he seguido leyéndola hasta el final.  La manera de narrar de la autora llena de realismo, muy lejos en algunos momentos de la imagen que tenemos de novela romántica, es lo que ha evitado que dejara la novela abandonada en la página 80.  Tampoco afirmo que sea de mis favoritas, ya que está muy lejos de serlo.  
Aplaudo el elegir un personaje antipático y llevarlo así hasta el final, sin traicionar su esencia.  Pero no puedo con la falta de profundidad de Elizabeth, ni con el uso dramático al final de la novela



La manera de narrar de Ángeles Ibrika, dejando a un lado los peros anteriores, me ha sorprendido muy gratamente.  Sus diálogos son creíbles, su lenguaje elegante y fácil para el lector, logrando que pasar las páginas no sea algo pesado.  La ambientación me ha resultado agradable, no se pierde en detalles que no llevan a nada.
Y sí, pese a todo consigue que la historia me interese aunque quiera matar a mas de un personaje y sienta, en ocasiones, que las cosas se le han escapado un poco de las manos.

Desde luego pienso leer otros libros suyos a la espera de tener más suerte con los personajes.


Estantes de papel