jueves, 23 de junio de 2016

Reseña: Buscando a Audrey de Sophie Kinsella




Título: Buscando a Audrey
Autor: Sophie Kinsella
Editorial: Puck
Num pags: 288

Sinopsis
A veces el mero hecho de salir de casa puede representar un enorme desafío… Desde que sufrió un terrible episodio de acoso en la escuela, Audrey, de catorce años, se niega a dar un paso fuera de su hogar o a relacionarse con nadie que no sea de su familia. Las gafas oscuras y la capucha de la sudadera se han convertido en sus mejores aliadas. Hasta que conoce a Linus, un compañero de videojuegos de su hermano mayor. Y experimenta una fuerte conexión que despierta en Audrey el intenso deseo de salir de su caparazón… Un largo viaje acaba de empezar. Por suerte para ella, Audrey no tendrá que emprenderlo en solitario. Cuenta con la inteligencia de su psicoterapeuta, con el cariño de su familia, con el ingenio y el humor de Linus. Pero, por encima de todo, cuenta consigo misma.


Opinión

Llevaba tiempo queriendo leer algo de Kinsella (parece que los últimos libros se su serie Loca por las compras no va a aparecer por aquí), lo nunca me hubiera imaginado es que mi próxima lectura suya sería un juvenil.  Esta mujer nunca deja de sorprenderme.

El libro había recibido críticas de todo tipo en los distintos lugares donde había sido publicado, pero siendo Kinsella la autora no podía negarme a leerlo.

Estamos ante una novela juvenil que trata algunos temas un tanto peliagudos, la fobia social producto del acoso escolar, la obsesión por los videojuegos, las relaciones familiares… todo esto con el humor de Kinsella, un humor un tanto absurdo que presenta a personajes llevados al extremo y que en muchas ocasiones pueden no se comprendidos (en este caso ha pasado con la madre de Audrey, personaje "tipo-Kinsella" que a mi me ha encantado)

Audrey es una chica de catorce años que apenas se relaciona con nadie, ni en su propia casa.  No deja que la toquen, va con gafas de sol en todo momento y apenas sale del cuarto en el que se siente segura. Algo le pasó en un determinado momento en el colegio al que solía asistir. Unas compañeras de colegio le hicieron algo que todos califican como “el incidente” y desde entonces su vida ha cambiado.  Ahora ha de ir a un colegio distinto y acude a terapia.

Su hermano Frank juega demasiado a los videojuegos (quiere ganar un campeonato que tiene como premio siete millones y tiene que entrenar), lo que provoca que su madre no le deje en paz, dando lugar a situaciones realmente hilarantes por lo absurdas.  Este tema tan difícil, está tratado con mas seriedad de la que parece.  Frank, aunque no lo parece, es una especie de apoyo para Audrey, son hermanos pese a muchas cosas y se unen frente a sus padres en mas de una ocasión.

Es  a través de se hermano como conoce a Linus, un compañero de su antiguo instituto que no verá en ella a la Audrey rara que todos creen.  La relación Linus-Audrey es especial, ya que esa manera de verla, de no juzgarla, hará que ella misma se vea de otra forma y se plantee las cosas desde otro punto de vista.
Los padres de Audrey son una pareja bastante dispar.  A Kinsella siempre le ha gustado usar los contrapuntos para así poder jugar con el humor.  La madre es todo actividad, intenta buscar solución a todo aquello que se le escapa de las manos y lo sucedido con Audrey es algo que no puede controlar. Ahora además, el ver que su hijo no deja de jugar con ordenadores le hace plantearse que hay algo mal y lo intenta arreglar de toda manera posible.  El padre es distinto, más calmado.  Con todo esto, el humor tiene abierto el camino.
La terapeuta es otro ingrediente, pero en este libro es muy secundaria.

En ningún momento tenemos un libro serio, pero sí escenas serias, de esas que nos hacen ver de qué estamos hablando.  Audrey es una persona con un problema, con un trauma que le provoca ansiedad cada vez que piensa en salir a la calle, a un sitio con gente, o si mira a alguien sin sus gafas o si alguien la toca...

Kinsella no se pierde en el drama, a elegido hacer algo mas ligero pero no por eso exento de verdad.

-La escena en al que Audrey y su hermano están con los padres de una de las chicas que la llevaron a todo eso es dura, pero ella no se alarga en describir lágrimas o tensiones sin sentido, no la hace dramática.

-Lo mismo ocurre con las escenas de Linus y Audrey.   Muchos no entienden que ella estando mal pueda sentirse bien con este chico, cuando lo cierto es, que la posibilidad de sentirse segura con alguien, de darte cuenta de que tu mundo no se rompe cuando estas al lado de alguien sigue siendo posible aunque estés roto.  Eso es lo que le pasa a Audrey y eso es lo que refleja Kinsella.

- O cuando Audrey habla al final con su madre, esa escena es muy buena, sobre todo tras ver todo lo que esa mujer ha hecho durante la novela.

Buscando a Audrey es un libro divertido, con escenas absurdas no recomendadas para todo el mundo, que trata temas importantes y que me ha recordado los motivos por lo que esta autora es una de mis favoritas.

Estantes de papel