miércoles, 25 de octubre de 2017

Reseña: Por encima de la lluvia de Víctor del Árbol






Título: Por encima de la lluvia
Autor: Víctor del Árbol
Editorial: Destino
Género: Novela contemporánea /novela negra
Num pags: 580

Sinopsis
Miguel y Helena se conocen en una residencia de ancianos en Tarifa, a una edad en la que creen haberlo vivido todo ya. A Miguel le asusta volar. A Helena le da pánico el mar. Los dos tienen hijos adultos y sienten que les han relegado a un plano casi ornamental. El dramático suicidio de un compañero de la residencia les abre los ojos. No quieren pasar sus últimos días recordando y añorando tiempos supuestamente mejores. Y juntos decidirán emprender el viaje de sus vidas, en el que descubrirán que nada es defi nitivo mientras queden ilusiones que perseguir.
Mientras tanto, en la lejana ciudad sueca de Mälmo, la joven Yasmina, hija de inmigrantes marroquíes y que sueña con ser cantante, vive atrapada entre el cuidado de su autoritario abuelo Abdul y el desprecio de su madre, para quien Yasmina es una vergüenza porque trabaja para un sueco de pasado turbio. Y vive un romance secreto con el subcomisario de la Policía sueca, un hombre mayor e importante.
Estos tres personajes dibujan una historia sobre el sentido del amor y sobre lo extraordinarias que pueden llegar a ser las personas comunes.
Pasado, presente y futuro se entremezclan en este viaje desde Tánger en 1955 hasta Mälmo en 2014, metáfora de un viaje mucho más importante: el de vivir siempre intensamente.

Opinión
Esta lectura ha formado parte de una Conjunta realizada con Lidia del blog Cielos de papel y aquí podéis leer su reseña del mismo. 
Lidia fue la que me descubrió a este autor con su anterior libro, Un millón de gotas, así que cuando me propuso leerlo juntas no podía decir que no.  Es un gusto leer con ella, no siempre tenemos las mismas opiniones y hablar de un libro como este ha sido muy divertido.

Me introduje en la novela sin saber demasiado, un poco de la sinopsis y ya. De hecho, intenté escuchar un podcast con una entrevista al autor, pero cuando vi que hablaban demasiado de la novela paré, no quería que me la “destriparan” y creo que ha sido lo adecuado.
Por encima de la lluvia se presenta poco a poco, viéndose  el lector inmerso en el universo de los distintos personajes de manera lenta y detallista, hasta llegar a completar  un puzle en el que encajan todas las piezas. A través de estos, trata temas que no son fáciles y que no disfraza de falso optimismo. Temas como la vejez, la soledad, el maltrato, la corrupción, la violencia, la familia, las relaciones padres e hijos, el matrimonio, el amor en todas sus facetas, la memoria histórica...

Tenemos en la novela dos escenarios principales: España y Malmö.  En la primera, nos encontramos con todo lo que rodea a  Helena y Miguel. En la segunda, Yasmina y su familia,  Gövan un policía con el que mantiene una relación y Sture, un hombre de inclinaciones mafiosas relacionado con la familia de Yasmina.
Helena y Miguel se conocen en una residencia de ancianos y ambos arrastran pasados complicados, además el segundo está enfermo.

“¿En eso consistía la vejez?, ¿en perder lo que se había sido? A mucha profundidad bajo la piel, el corazón de Helena gruñó con un quejido. Tal vez hacerse vieja era quedarse sin fuerza y que los demás confundieran esa rendición con sabiduría.”

Si algo me ha gustado especialmente, es que el autor no esconde lo “feo” de la vejez, pero no se recrea en ello.  Se podría decir que muestra lo que hay con una naturalidad tan pasmosa, que puede crear cierta incomodidad según la situación personal del lector.
Junto al dúo protagonista tenemos un gran secundario, Marqués, un personaje que marca un antes y un después en ese momento que viven los protagonistas y que será el desencadenante de muchas cosas. Marqués representa, como personaje, algo más que un ser rebelde y protestón, es la soledad, la vida soñada y perdida, lo que se quiso ser y no se fue.

  “Aquel hombre sufría y gozaba con la música, con sus matices, bailaba con las notas, que sonaban con nitidez en su cabeza y caían en una cascada perfecta para componer algo realmente emocionante y auténtico.”

Helena y Miguel se apoyan, se han encontrado en el momento adecuado.  No son iguales, sus caracteres se complementan, ella tiene la fuerza que a él le falta.   Sus fantasmas del pasado, los pecados  de sus padres les atormentan, pero ahora ellos, acuciados por esos últimos días, sienten mas que nunca que han de seguir y emprenden un viaje con intención de sanar retazos de sus vidas.  Este es un viaje de aprendizaje, no solo para los personajes, también para el lector. 
Durante este viaje, Víctor del Árbol hace una referencia a nuestra Memoria histórica a través de sus personajes y de unas referencias cuidadas,  que no chirría, que no da lecciones, que muestra las cosas que están ahí y que han hecho daño a más de una generación de manera silenciosa.  Hay una parte del capítulo 20 que me llegó especialmente.

En Malmö he encontrado una lectura que casi he identificado con ciertos toques de novela negra, o que por lo menos resultan más oscuros.  Aquí nos topamos con Yasmina, una joven que ha crecido en una familia inmigrante, con una madre que oculta demasiadas cosas y que trabaja para un hombre que hace negocios turbios.  Yasmina es la inocencia, Malmö la hipocresía del falso sueño y de la falsa ciudad idílica.  Me ha resultado curioso cómo se repite, en ocasiones, la idea de que en esa ciudad no todo es tan perfecto, que no todos los barrios son maravillosos, que hay corrupción policial y política.

“Malmö no era el paradigma de ciudad perfecta, del mismo modo que Suecia no era el paraíso que los políticos seguían empeñados en vender al mundo, pero aquella cabeza cercenada era demasiado real. Todos se creían a salvo de horrores que, en el fondo, suponían lejos, y, de repente, descubrían que era posible encontrarse cara a cara con los ojos desorbitados y la lengua pálida de una cabeza real, abandonada como carroña en un parque infantil.”

La narración del autor te lleva por todo el libro con gran facilidad, sus diálogos son ágiles, los personajes están construidos de tal modo, que sus capas caen poco a poco haciendo que te sorprendas según lees.  Estas capas son lógicas, coherentes, no ocurre como en otras ocasiones, que al aparecer esa última capa  hace que todo pierda sentido, aquí no.  Y cuando llegas al hilo que une todo, sonríes como diciendo "anda que lo tenías bien atado desde el principio ¿eh?", ya que por mucho que intentes buscar algo que no encaje (y mira que lo he intentado mas que nada por ver si había algo) no encuentras nada significativo.

Dos temas, además del de la Memoria Histórica, me han gustado en su tratamiento: la relación padres e hijos y el amor.  Se podría decir, que estos dos temas son los desencadenantes de muchas cosas que pasan en la novela.  Tanto uno como otro, en su versión positiva y negativa, han sido las causas de muchos de los mayores dramas históricos y de la narrativa.  Aquí, el autor presenta relaciones duras pero reales, padres e hijos que se separan por caracteres distintos, por la historia, por relaciones tortuosas, por amores incomprendidos, por la distancia, por elecciones sexuales incomprendidas.  Me gusta el ver que muestra el dolor de las dos partes, la incomprensión mutua, la necesidad de perdón y el arrepentimiento (a veces tardío). 
En cuanto al amor... este es complicado, siempre lo es.  Matrimonios obsesivos, difíciles, interesados, monótonos, o esos en los que la decepción se ha instalado.  El amor prohibido por las convenciones, castigado.  La amistad como otra forma de amor.  El amor como castigo...Sí, desde luego este es otro gran tema de la novela.

Pero si algo le puedo echar en cara es la infelicidad continua de las mujeres que aparecen, y es que estas sufren y mucho.  Como he dicho, aplaudo y admiro el realismo en sus novelas, pero en un rincón me quedo con ese deseo de una chispa de luz.  Pero claro, todo está tan bien escrito, guarda tanta lógica que me gana, no lo puedo evitar.

Cuando comentábamos la lectura Lidia y yo, le decía que no sabía si leería su siguiente novela, que no podía con tanto realismo (y mira que no soy de las que se esconden de estas cosas), pero estoy segura de que la leeré, no es fácil encontrar autores que narren los sucesos así, como son, sin tremendismos, sin excesos.  Así que sí, caerá (no se para qué digo las cosas, la verdad).  Y desde luego recomiendo la lectura de Por encima de la lluvia por muchas razones, sobre todo porque en esta reseña me quedo corta.

Estantes de papel