domingo, 5 de abril de 2015

Hablando de: Una lectora de literatura juvenil no tan “juvenil”


El día 2 de Abril fue el Día del Libro Infantil y Juvenil y haciendo un pequeño repaso mental de mis lecturas, me he dado cuenta de que he leído más libros de este tipo siendo adulta que a la edad adecuada.  Algo que no deja de ser curioso.

De mi época adolescente, recuerdo con cariño “Rebeldes” de S.E Hinton (incluyendo la gran cantidad de veces que vi la película), “La ley de la calle” de la misma autora, “Pupila de águila”  de Alfredo Gómez Cerdá, “Los escarabajos vuelan al atardecer” de Maria Gripe, “la historia
Los culpables de mi adicción "juvenil"
interminable” de Michel Ende y no muchos más.  

Ha sido con más de veintitantos, cuando he leído más juvenil.  “Harry Potter” abrió una puerta que ya no he querido volver a cerrar.


“Hija de humo y hueso”, la serie de "Los cazadores de sombras", "Vampire Academy", "Rastro", "Crepúsculo", la serie Lux, "Divergente"… muchos y muchos más, han sido víctimas de mi amor por los libros juveniles

Pero ¿qué encuentro en la juvenil para no haberla dejado a un lado con la edad? Quizá, la respuesta esté también en lo que no encuentro.  Algunas veces, prefiero leer cosa más “light”, por así decir.  Libros donde el amor sea más blanco, los misterios no sean tan brutales y llenos de abusos, o la fantasía no contenga mucha violencia.  Además, me gusta el tipo de fantasía (no me refiero a mundos distópicos), que se está manejando en este grupo. El uso de la mitología (no solo griega o romana), de la fantasía tradicional, de la mezcla del mundo real y el imaginario...

Me acerco a esas historias sabiendo lo que son.  Sus estructuras son más sencillas y sus tramas más ligeras. Pero por otro lado, algunas escritores han sabido jugar mezclando distintos ingredientes, ya conocidos para lectores que llevan  muchos libros a cuestas, pero no para los más nuevos.  Ese fue el caso de “Harry Potter” y también de “Cazadores de sombras”. El segundo es una mezcla de muchas cosas muy bien narrada y mezclada. De “Harry Potter está todo dicho ya, su maravilloso mundo de fantasía conquistó a gente de todas las edades.
Mi "yo" de 17 años me ve mas o menos así  

Supongo, que mi “yo” de diecisiete años, que leía absorta a Brontë y buscaba otras lecturas más "adultas", me miraría ahora con cierto aire mezcla de espanto y superioridad. Y pensaría, que iba a tener que aprovechar bien el tiempo, o hacer todo lo posible para que no llegar a mi edad loca perdida, como parecía haber sucedido.  Aunque quizá, para consolarla le contaría, que en la estantería me esperaba también Gaskell y seguro que así respiraba tranquila.

La lectura proporciona esa oportunidad de poder ser, durante un momento, otra persona.  Y tampoco es tan mala idea cambiarte un ratito, con una adolescente vecina de un extraterrestre muy interesante, o con una estudiante en  Praga que vive rodeada de quimeras y ángeles, o vivir en un internado donde las escaleras cambian continuamente y hay fantasmas en los baños.

Así que, cada vez que abra un libro juvenil celebraré su día,  aunque no me den caramelos al comprarlos.

Hasta la próxima!!!
Besis