jueves, 28 de mayo de 2015

El día en que me tiraron el techo

Aquí empieza un no-diario en el que publicaré esas cositas tontas que me pasan a veces o pensamientos que no tienen cabida en otro lugar del blog.  Ombliguismo puro y duro


Pues sí, me tiraron el techo en sentido literal no es broma.  Por una avería, llevaba yo tiempo esperando a que me cambiaran el techo del baño y ayer fue el día elegido.  Fecha que quedará marcada con gran alegría y alborozo en el calendario.
Tras dejar a los obreros solitos para hacer su trabajo, me dispuse a hacer yo el mío. Algo un tanto difícil con los golpetones que anunciaban poco más, que la inminente caída de cuatro pisos sobre mi cabeza. Tras horas oscilando entre el aguante y la desesperación, este era basicamente mi estado de ánimo.


Pero no podía dejarme vencer por el desánimo, cada vez quedaba menos y cuando por fin anunciaron que habían terminado, ilusa de mi, me alegré.   Al salir, una fina capa blanca cubría el suelo y sonrientes (y puñeteras) gotas blancas cubrían algunas partes de las paredes, mampara y otras partes del baño.
¿Donde están las hadas del bosque cuando mas se las necesita? ¿o la barita de Harry Potter? ¿el genio de la lampara? ¿o el macizo de turno? que de verdad, que en ese momento solo quería sus músculos para que me limpiara las partes altas de las pareces y rascara sin freno allí donde no podía.  El sexo se quedaría para otro momento.  Pero no, no había nada de eso.
Así que me encaramé a la escalera recordando a Julie Andrews y su:
Climb every mountain,
Ford every stream,
Follow every rainbow,
'Till you find your dream
                                                      
Al cabo de tres horas, agotada terminé en el sofá.  Allí decidí ver una peli, lo de leer estaba descartado, digamos que las manos no podían sostener nada de nada.  No sabía muy bien cual ver, ya que las neuronas, no muy activas de por si, estaban amuermadas por el polvo y el jaleo.  Fui descartando las opciones poco a poco.  Una por demasiado humor, otras por todo lo contrario, otras por que no me apetecía en ese momento el tema hasta que di  con la indicada,  "El Hobbit: un viaje inesperado".  Uno de los motivos era, que seguro que después del viaje estaban mas agotados que yo (ya se sabe que mal de muchos...) y otro sin duda alguna era este.


Así que entre carreras, orcos, arañas, magos del bosque, magos blancos con alma pelín de aquella manera, magos buenos, elfos místicos, enanos guerreros y fuertotes y un hobbit que puede hacer mas de lo que piensa pasé la tarde y mis dolores artríticos viejunos.
Lo cierto es, que la película me gustó mas de lo que esperaba. Y más después del enfado que me pillé con el director por lo que hizo con el personaje de Faramir en el "Señor de los anillos", algo que aun no le he perdonado.  Esta me entretuvo, y ya me ha quitado la duda que tenía en lo referente a sacar tres películas de un libro tan fino como el Hobbit.  Libro que por cierto he pedido a mi hermana para releer, espero que pronto.
Lo mas gracioso fue ver como me movía una vez terminada la película, creo que cualquiera de los enanos tenía mas arte y gracia que yo.
En fin, un día maravilloso que espero tarde tiempo en repetirse. Claro que me quedan las dos siguientes películas, pero espero verlas en mejores circunstancias.
Nos vemos!!!