Hoy 26 de Marzo, sale a la venta la última novela de Marian
Keyes "Mi karma y yo", ¡qué ganas le tengo!... Y por este motivo ,quiero hacer un recorrido, no solo por mis tesoros, sino por un género,
el “chick-lit”, tan mal considerado en muchas ocasiones.
Aquí tenéis una muestra de mis tesoros |
Y llegaron ellas, las reinas, tan opuestas la una a la
otra como nadie pueda imaginar. Algunos,
incluso dudan que las dos puedan meterse en el mismo cajón. Cualquiera que se haya leído “Helen no puede
dormir” de Marian Keyes, se preguntará que tiene en común con “Una chica años
veinte de Sophie Kinsella (lo siento, aun me falta por leer su último libro
publicado en nuestro país). Son dos estilos completamente distintos, la ironía y el humor enfrentado a lo naif y
la vitalidad.
Pero ¿Quién dice que lo chick-lit solo es una cosa? Ambas
tienen un punto en común, el humor como arma, como filtro para afrontar lo feo
de la realidad. En “ Un tipo encantador”
de Keyes nos podíamos mondar de risa gracias a los momentos que nos
proporcionaban los vecinos aficionados al travestismo de una de las
protagonistas, mientras en realidad el libro trataba un tema realmente
duro. En la serie “Loca por las compras”
podemos reírnos con una mujer que realmente tiene un problema, y que
ciertamente se puede encontrar una crítica muy suave a esta sociedad consumista
y fría.
Ultimamente, por desgracia, algunas novelas han perdido algo
de esa magia. Me encuentro con historias
de un humor un tanto dudoso y con unos
personajes que ya no tienen fondo. Es como
si se siguiera una fórmula prefijada y ya con eso se cumpliera un
expediente. El humor debe tener un alma
detrás, un fondo que lo justifique, una historia más o menos sólida. Muchos de mis tesoros, son novelas de finales
fáciles que buscan complacer al lector, pero por lo menos antes ha habido un
desarrollo. Sabes perfectamente cómo va
a terminar “Dream Street, 31” de Lisa Jewell,
pero el desarrollo de los personajes te lleva a encariñarte de unos y
entender a otros. Son cosas que se
deberían cuidar un poco más también en este estilo de novelas, aunque se
consideren de consumo rápido o menores. En fin, que el chick-lit es mucho más
Y mientras que espero a que vuelvan a publicarse novelas tan buenas como muchos de mis tesoros, ellos permanecen en su estante, seguros de que cuando los revisite me reiré con ellos como el primer día.