lunes, 14 de agosto de 2017

Reseña: El diario de la princesa de Carrie Fisher







Título: El diario de la princesa
Autor: Carrie Fisher
Editorial: Ediciones B
Género: Narrativa, Biografía, Diario
Num pags: 270

Sinopsis
Cuando Carrie Fisher descubrió los diarios que había escrito durante el rodaje de La guerra de las galaxias, la primera película de la trilogía Star Wars, le asombró descubrir unos ingenuos poemas de amor y unas cándidas reflexiones que apenas reconocía. Hoy Carrie Fisher ha pasado a la historia como actriz e icono pop, pero en 1976 solo era una chica de diecinueve años perdidamente enamorada de su compañero en la pantalla, Harrison Ford.
Con extractos de sus cuadernos manuscritos, El diario de la princesa es el recuerdo íntimo y revelador de lo que sucedió dentro y fuera de uno de los sets de rodaje más famosos de todos los tiempos. Pero Fisher también reflexiona sobre la fama y el absurdo de una vida inventada por la realeza de Hollywood. La sinceridad de sus palabras convierte este libro en las conmovedoras memorias de la inolvidable princesa Leia Organa.

Opinión
No vi las primeras películas de la serie de La guerra de las galaxias en el cine, supongo que era muy pequeña.  Así que en esto, como en otras muchas cosas, la culpable fue mi hermana  (sí, esa que aparece de manera más o menos recurrente el algunas entradas).  A ella sí le gustan las primeras entregas e imagino que en mi afán de “cotillear” acabé viendo alguna con ella y la verdad es, que fue divertido descubrir a sus personajes y desde entonces echarnos unas risas con la manía de Ford con su "dedo acusador".

Aquí una de nuestras escenas favoritas ^-^


Con los años se han convertido en esas películas favoritas, con tintes nostálgicos, que ahora difícilmente se podrán igualar por muchos efectos especiales que existan.  Mucho es guion, diálogos, inocencia en cuanto a medios, ilusión de los que las veíamos y sobre todo unos personajes que enganchaban.  Bueno, si he de ser sincera, a mí Luke nunca me fue demasiado, me parecía que por si solo no hubiera conseguido demasiado por mucha Fuerza que tuviera, pero ese es otro tema.

El diario de la princesa me ha llevado a ese primer casting de la que luego seria la maravillosa Leia.  A una Carrie Fisher que con los años aprendió a querer a un personaje que, como ella misma dice en muchos momentos deseó que se fuera lejos.
Las partes que habla del rodaje, que son pocas lo se, me han hecho sonreír por el ambiente que refleja (tanto lo bueno como lo malo).  Esa sensación de no estar haciendo nada maravilloso, solo una peli de bajo presupuesto que no sabían muy bien dónde llegaría.  Rodada a las afueras de Londres, viajando en turista, haciendo fiestas en habitaciones de una amarillo sucio y de la que apenas cobró casi.

Leer a Carrie Fisher hablar de si misma con la inseguridad de una chica de diecinueve años que pretende parecer segura e interesante y con una vena irónica y cómica bastante desarrollada, me ha hecho  gracia y conmovido a un tiempo.  La manera en la que describe a Ford la primera vez que le ve, con ese aire de ESTRELLA, así con mayúsculas.  Una estrella al que ella bajará a la tierra haciéndole parecer serio y taciturno, con un toque un poco huraño y una afición a la marihuana bastante importante.  Pero al que sin duda su "yo adulto", ve como un buen hombre que quizá se vio abrumado por una chica que parloteaba demasiado.  

Desde luego, tenemos a una mujer complicada que pese a no querer formar parte de un mundo que conocía desde pequeña, que vio como daba la espalda a su padre tras abandonar a su madre por Elizbeth Taylor, o como relegaba a su madre a películas menores, se ve abocada a el de manera un tanto “accidental”.  Bueno, todo lo accidental que puede ser cuando se vive rodeada de estrellas y los primeros besos se dan entre bambalinas.

De su narración llena de dobles sentidos, ironía, ternura, nostalgia, agradecimiento y cierto “suave” rencor a La Guerra de las galaxias, se ve a una mujer complicada que quedó escondida tras un biquini metálico y dos rodetes.

Al leer este libro descubro a Carrie Fisher y no olvido a Leia.  Ambas acudieron, en los último años y debido a la necesidad de dinero, a convenciones y se reunieron con fans que contaron sus experiencias y esta es la parte final de la historia.  En esta,  la actriz recuerda algunas de esas conversaciones y escenas, en las que los más jóvenes casi no reconocen en ella a la Leia de las fotos y los mayores le cuentan toda su vida como si fuera una amiga más.

Ella habla de la magia de una película que se escapó de lo que debería haber sido, de su hábitat en  esa sábana de cuatro lados, y cambió la vida de mucha gente.  De unos personajes que son algo más, tanto que algunas personas se cambian el nombre para ser Leia, Han o Luke. 


Es una lectura entretenida donde para mi, la parte más floja es precisamente la que contiene los diarios de la actriz y algunos poemas.  No puedo negar que en ellos ya se ve las maneras de Fisher como autora, pero no me han llegado lo suficiente.  Me quedo sin lugar a dudas con la primera y la tercera parte, pese a la repetición de algún contenido y mi deseo de haber conocido más cosas del rodaje de las películas.

Desde luego Fisher, con algunas de sus frases destila cierto tono agridulce sobre su vida y el mundo del cine, pero esa visión optimista también está ahí así que me llevo lo dulce y esa “paz” que encontró al asumir por fin a Leia.


Una vez mas ese mundo brillante nos muestra su otra cara y merece la pena verla.
Estantes de papel