Título: Ultimo día de un condenado a muerte
Autor: Victor Hugo
Editorial: Austral
Colección: Básicos
Num páginas: 144
Sinopsis
Desde su celda, un condenado a muerte comparte con el
lector, hora por hora, minuto a minuto, los últimos momentos de su vida. Para
aliviar su intolerable espera, escribe sobre sus vanas esperanzas de ser
indultado, su último viaje en furgón o su miedo a enfrentarse a la multitud en
la plaza de ejecuciones, pero también sobre el recuerdo de sus últimos paseos
por París o la sonrisa de su hija Marie. A través de sus palabras, el condenado
anónimo y sin rostro no tarda en convertirse en un hombre de carne y hueso.
Publicado en 1829, Último día de un condenado a muerte es un conmovedor alegato
contra la pena capital, que Victor Hugo escribió en su lucha por la abolición de
las ejecuciones judiciales, convertidas en espectáculo público en Francia tras
la Revolución de 1793.
Opinión
Llegué a esta novela corta a través de un vídeo visto en
Booktube. Mi experiencia con el autor no
deja de ser un tanto peculiar, como la de muchas personas en realidad. Adoro sus historias, sus personajes, la
manera en la que los construye y los guía por la trama. Pero ese detallismo rayano en lo extremo con
que describe alcantarillas o edificios, según sea el caso, puede llegar a
exasperarme.
En la historia corta que nos ocupa, no hay lugar a
descripciones extensas. Aquí todo es
sentimiento, miedo, dolor, asombro, lucha, angustia…
Víctor Hugo escribió esta pequeña joya, harto de ver el
espectáculo sangriento que suponían cientos de cabezas cortadas. La guillotina se ampara en el bajo sufrimiento que provoca al reo dicho método y es esto y otras cosas lo que Hugo, además de la idea de justicia/venganza.
La obra fue publicada de forma anónima y el autor asombrado
por la fría y cínica acogida, decidió editarla de nuevo en 1832 añadiendo un prefacio que suele aparecer en todas las ediciones actuales. En este da nombres y datos, “mojándose” de verdad por una idea en la que creía ciegamente: la
abolición de la pena de muerte.
Pero ¿qué nos encontramos en la novela?
Personaje principal. Ante nosotros tenemos a un hombre del que no sabemos casi nada. No conocemos su delito (lo que ayudad a evitar prejuicios), solo se nos dice que hubo
sangre. Sabemos que es culto, sabe latín y pide útiles de escritura para dejar
constancia de sus últimos días de vida, además se asombra del modo vulgar de
hablar de la gente que le rodea. El mismo nos habla de su familia, tiene madre,
esposa e hija. Para él lo mas duro es
pensar en el incierto porvenir de su pequeña niña.
Gracias a este personaje de claras características
románticas, conocemos la
deshumanización de los presos, la manera en la que son convertidos en seres que
no cuentan, son poco menos que
las rocas de las paredes de los muros que soportan el edificio.
La escena descrita por Hugo, en la que los destinados a
trabajos forzados son atados a grilletes en el patio, previamente separados en
filas, desuniendo amistades, desnudando los cuerpos dejándolos a la fría
intemperie y sometiéndolos a los golpes del mazo sobre el metal, es de una
claridad que rompe al lector. Lo mismo
ocurre con la imagen inicial en la que el protagonista recibe su sentencia, una
mañana soleada, de flores doradas en la que parecía que nada podía salir mal.
Un personaje que es nuestros ojos y oídos, la conciencia de muchos y la falta de
escrúpulos de otros tantos
La Guillotina. Sí, aunque parezca raro este es un personaje
presente en toda la historia. Una sombra
que se cierne sobre el preso. Su destino final, su miedo. Un destino
añorado por aquellos que han pasado años en trabajos forzados y solo quieren descansar. Esa guillotina que liberó a Francia del
tirano y que ahora el autor solo quiere que pare su trabajo.
La prisión de la Bicêtre.
Aquí el preso pasa sus días en una celda diminuta entre firmas y
grabados de los condenados que le precedieron.
Apenas sin luz, sin relacionarse con nadie, viendo un poco por un pequeño
agujero. Sus días dan para recordar, para
divagar, para pensar en lo que se ha convertido su vida, en lo injusto de una
justicia que deja a las familias de los condenados a la guillotina casi en la
indigencia. Los fríos muros del penal
son testigos de todo esto.
Último día de un condenado a muerte tiene una narración ágil
gracias a un lenguaje ameno (sin olvidar la época en la que fue escrito), accesible y a unos capítulos que oscilan entre la
página y las tres páginas. Una intento
por llevar una historia dura y real a un pueblo dormido, que aceptaba como
normal un hecho que para el autor, no significaba nada más que un acercamiento a
horrores de épocas pasadas.
Nos encontramos con momentos realmente hermosos, junto con otros
descorazonadores. Hugo nos hace sentir
la desesperación del protagonista al ver que la visita del sacerdote no le
supone alivio, que no es nada para nadie allí, que hablan sin sentir que él
existe, que su intento por impedir que eso
vuelva a suceder no supondrá su
salvación y que el tiempo corre de manera irremediable en su contra.
Desde luego estamos hablando de una novela imprescindible
para los seguidores del autor, los amantes de la buena literatura, para
aquellos que busquen leer “algo más”. Y desde luego recomiendo especialmente las notas finales, no tienen desperdicio.
Para mi ha sido un maravilloso descubrimiento que recomiendo
totalmente.