lunes, 5 de diciembre de 2016

Reseña: El retrato de Alana de Caroline March





Título: El retrato de Alana
Autor: Caroline March
Editorial: Harlequin
Num pags: 393
Sinopsis
Una serie de desapariciones se suceden en la ciudad de Edimburgo. Alana se ve envuelta en la investigación cuando su mejor amiga, Sarah, se convierte en una de ellas. Alertada al descubrir que será la próxima víctima, queda aterrorizada cuando comprueba que ha sido cómplice de la desaparición, y más cuando los datos indican que el origen de los crímenes se sitúa en los albores del siglo XVIII, en una bruja de su mismo nombre que fue condenada a morir en la hoguera.
A partir de ese momento, Alana se verá obligada a luchar contra el tiempo, la razón, la magia y un hombre que sabe será el causante de su muerte, aunque no puede evitar sentirse irremediablemente atraída hacia él. ¿Conseguirá Alana cambiar el pasado evitando así lo sucedido en el futuro o sucumbirá a su propio destino?

Opinión
El retrato de Alana ha sido la lectura conjunta del mes de noviembre club de lectura del que formo parte.  Cuando leí la sinopsis me esperaba una novela de misterio más que otra cosa y la trama me ha sorprendido, ya que la autora ha ido por otros derroteros completamente distintos.
La vedad es que ha resultado una de las lecturas más comentadas del grupo, lo que en cierto modo le ha dado más vidilla a la cosa.  Pinchando aquí  podréis encontrar, debajo del banner de la lectura, los enlaces a las demás reseñas, los iré poniendo según mis compañeras las publiquen.


Nunca había leído nada de Caroline March y los comentarios tanto de de mis compañeras como de otras personas eran tan variados que sinceramente, preferí empezar la novela de nuevas sin ningún tipo de prejuicio.  Como ya he comentado arriba, me esperaba misterio con algo de magia o cosa así, pero la trama me ha sorprendido y esto a veces no es bueno del todo.
Los primeros capítulos me costaron por la sorpresa y por ciertos diálogos que no me cuadraban, no me gustaba como estaba enfocado el humor, una ironía que no terminaba de estar bien reflejada.

Alana es una joven que lleva una vida más o menos tranquila y que de buenas a primeras se  ve inmersa en un mundo complicado de magia y desapariciones.  La magia entra en su vida de manos de su abuela, una mujer a la que nunca ha visto y que en sus horas finales la reclama a su lado (el diálogo entre ambas, no ha terminado de llegarme ya que su tono no me convence).  Cuando ella y su mejor amiga son atacadas en un bosque (van solas pese a que están desapareciendo chicas), su amiga desaparece.  Desde ese punto todo se complica y la magia tiene más presencia que nunca, viaje en el tiempo incluido.

Lo mejor de la novela sin duda, es la parte ambientada en el pasado ( y esto no es spoiler ya que pasa casi al comienzo de libro).  La autora describe todo de manera minuciosa y aunque, es cierto que en algunas cosas puede recordar a libros ya publicados y a series de cierta fama, para mi ha sido la parte que me ha mantenido más pegada.  No me ha importado ni la extensión de los capítulos, que no son precisamente cortos, ni la actitud de ciertos personajes, ya que casan bastante con otras novelas del género de “escoceses”.

Los personajes principales, sin embargo, han quedado un poco planos.  El más conseguido es Kieran, un hombre de una época dura que se encuentra con una mujer actual y con unos sucesos extraños que acepta por el bien de su gente.  Es un personaje hecho para gustar, que tiene ciertos matices y al que la autora ha dotado de más coherencia que al “malvado de la novela, del que he llegado a conocer poco y tarde, tanto que mi interés por él decaía según leía.   Me da mucha pena cuando los personajes que se supone están para hacer de contrario no dan juego, o no son lo suficientemente poderosos para quedar en la mente.  En este caso, este personaje además de no interesarme, me ha generado más dudas que respuestas y una sensación, de que podría haber sido algo más.

Alana por su parte, sufre una evolución tan pequeña, que solo es perceptible en las últimas páginas.  Construir novelas de viajes en el tiempo no es sencillo, hacer que sea creíble que una mujer de nuestros años se adapte totalmente a la vida de hace 300 años y no tenga problemas por mucha cultura que tenga, es complicado.  Para eso se necesita un personaje fuerte y aquí no lo he encontrado, solo he visto a alguien que duda permanentemente de su “interés amoroso” pero que es incapaz de separarse de él.

Y por supuesto, aquí me gustaría hablar de los secundarios, ya que dentro de la ambientación que realiza la autora he de alabar el trabajo que hace con ellos.  Todos y cada uno está puesto en su correcto lugar (en la parte del pasado principalmente), para ayudar al lector a crear un cuadro en el que se sienta a gusto y acompañe a Alana en este extraño viaje.

Sin embargo y pese a los personajes, las dudas que me han dejado muchas cosas de la novela, los problemas que tengo por cómo ha resuelto el tema de los viajes en el tiempo… la autora ha escrito una historia que te tiene enganchada de principio a fin aun con algún que otro altibajo.  A partir del capítulo sexto te metes de tal manera que la historia te va llamando mas y poco importa que las cosas no te casen o que  veas fallos, la novela te entretiene y evade hasta casi los últimos capítulos donde, no se la razón, todo se vuelve un lío de extraña solución.

Así que para mi El retrato de Alana ha sido una novela entretenida, que me ha enganchado pero con la que no he conseguido lo esperado y que no quedará en mi mente.

Estantes de papel