El día 13 de mayo tuve la suerte, gracias al RNR, de asistir
a un encuentro con Susan Elizabeh Phillips, una de las autoras más reconocidas
dentro del mundo de la literatura romántica.
Me encontré con una persona profesional, cercana, con un sentido del
humor excelente, amante de lo que hace y una ferviente defensora de este tipo
de novelas.
La autora habla de una literatura de mujeres, de cómo los
hombres siempre han menospreciado ese tipo de libros donde las mujeres
creaban mundos en los que eran capaces de hacer cosas por ellas mismas, mundos
en los que pensaban por sí mismas. Esos
libros escritos por mujeres, que no necesariamente deben ser leídos solo por
mujeres, pero que casi siempre es así.
Escuchar hablar a alguien de una manera tan emocionada de
este tipo de libros hace que, aunque no estés de acuerdo con ella en todo lo
que dice, te pares a pensar en sus razones y replantearte las tuyas.
Susan asegura que la vida es muy corta para leer historias
tristes o que acaban mal, por esto afirmó entre risas que no le gustaba “Cumbres
borrascosas”. Esta es una opinión bastante extendida entre las
lectoras de romántica, a muchas no les gustan los finales tristes y por eso
solo leen este género. En esto disiento,
a mi no me molestan los finales tristes o no tan felices. Quizá por eso, “Cumbres borrascosas” me
parece una maravillosa historia de amor enfermo entre dos personas perversas y
como tal, no puede terminar de otro modo.
Realmente, cuando leo romántica busco una historia
con un final bonito pero no solo eso.
Busco un trama entretenida, con algo de aventura, algún misterio, humor,
personajes completos, bien documentada… Y por supuesto, que el final sea lógico,
no me vale un final feliz sin pies ni cabeza.
Si somos sinceros, esto es básicamente una novela romántica: una novela
con una historia de amor como eje central y en torno a la que se desencadenan
los acontecimientos y, por supuesto, con un final feliz.
Parece sencillo pero no lo es.
-Pero ¿qué me aporta leer este tipo de novelas?
Esta pregunta me la han hecho en alguna ocasión y resulta
bastante gracioso. ¿A un lector de
novela negra se lo preguntan? Yo me preocuparía por saber si la respuesta es “pues me aporta saber qué tipo de arma tengo que usar para matar a 20 personas en
un restaurante”.
La novela romántica me aporta lo que cualquier otro tipo de
novela. Leer entretiene, enseña, da
vocabulario, amplia la mente, consuela cuando estás en un mal momento, distrae
de un día malo… Eso lo proporciona cualquier tipo de novela y la romántica
también.
Por supuesto que dentro del género hay libros mejores y
peores, autores que cuidan más la escritura que otros, que se
documentan más. Algunas novela históricas
tienen una documentación cuidadísima, mucho más de lo que la gente se pueda
imaginar, pero quizá queda escondida tras la historia que relata. Las escritoras consultan bases de datos sobre
las ropas que se usaban, la ubicación exacta de cementerios, los usos legales,
el lenguaje correcto de determinadas épocas…
Hay una especie de prejuicio o mito sobre la baja calidad de
este tipo de libros que cada vez tiene menos sentido. Aunque bien es cierto que las últimas modas
no están ayudando demasiado, hay suficientes muestras de la calidad que podemos encontrar.
Comparto el sentimiento sobre aquellas vergonzantes portadas de parejas en posturas casi de contorsionista y de lomo rosa chicle. Aunque ahora me resultan tan kitsch que me gustan y todo (empezaré a desvariar). Pero esto ya no se lleva y las portadas cada vez están mas cuidadas.
En el terreno nacional, tenemos grandes autoras en cualquier apartado de la romántica (histórica, paranormal, actual...) y es una gozada leer libros que empiezan a estar ambientados en este país, para variar un poquito.
Solo hay que saber buscar y darse cuenta de que, como en todos los géneros, hay de todo.
- Ains... esos libros, esas modas
No voy a ser tan predecible de cargar las tintas contra "50 sombras de Grey", ya que mi opinión es que mucho de lo que ha venido después es peor y no ha tenido tanta repercusión.
Las modas son un fastidio y lo malo de esta es que o bien dura demasiado, o ha venido para quedarse.
Volviendo a Susan E Phillips, a la pregunta de si no resultaba machista la idea de que la mujer curara siempre al hombre dañado. Ella respondió que sus libros hablaban de un "amor bueno, sano", ese tipo de amor que hace crecer a ambas personas. Y si, en sus libros había sexo, pero no pensaba hablar de ello allí (hubo muchas risas).
En lo anterior tengo yo el problema, mi tema no es el sexo, algo que me da bastante igual. Mi problema es que se pretenda vender como algo romántico y sano una cosa que no lo es. Creo que ultimamente hay una tendencia un tanto preocupante y de eso es de lo que huyo como la peste.
Como ya he dicho antes, a mi dame aventuras, diálogos ágiles, parejas con garra, peleas sanas, finales lógicos y seré la lectora mas feliz del mundo. Me importará un pito que sea en la época victoriana, en Nueva York años 20 o ayer mismo, que los protagonistas tengan colmillos, estén llenos de pelo o vete tu a saber qué mas. Solo quiero una buena historia y hacer eso no es tan fácil como muchos creen y desde luego tampoco es cuestión de modas.
-¿Solo romántica?
En el terreno nacional, tenemos grandes autoras en cualquier apartado de la romántica (histórica, paranormal, actual...) y es una gozada leer libros que empiezan a estar ambientados en este país, para variar un poquito.
Solo hay que saber buscar y darse cuenta de que, como en todos los géneros, hay de todo.
- Ains... esos libros, esas modas
No voy a ser tan predecible de cargar las tintas contra "50 sombras de Grey", ya que mi opinión es que mucho de lo que ha venido después es peor y no ha tenido tanta repercusión.
Las modas son un fastidio y lo malo de esta es que o bien dura demasiado, o ha venido para quedarse.
En lo anterior tengo yo el problema, mi tema no es el sexo, algo que me da bastante igual. Mi problema es que se pretenda vender como algo romántico y sano una cosa que no lo es. Creo que ultimamente hay una tendencia un tanto preocupante y de eso es de lo que huyo como la peste.
Como ya he dicho antes, a mi dame aventuras, diálogos ágiles, parejas con garra, peleas sanas, finales lógicos y seré la lectora mas feliz del mundo. Me importará un pito que sea en la época victoriana, en Nueva York años 20 o ayer mismo, que los protagonistas tengan colmillos, estén llenos de pelo o vete tu a saber qué mas. Solo quiero una buena historia y hacer eso no es tan fácil como muchos creen y desde luego tampoco es cuestión de modas.
-¿Solo romántica?
En mi caso no.
Respeto enormemente a los lectores de un solo género, pero yo no
puedo. Del mismo modo que no podría leer
solo fantasía, thriller o cualquier otra cosa.
Las novelas románticas me gustan, pero si solo leyera ese
género no habría conocido a Marian Keyes o a Kinsella, no habría disfrutado de “El
señor de los anillos”, ni de “La casa de los espíritus”, de “El húsar en el
tejado” o de “Yo antes de ti” por decir algunos.
Así que sí, leo novela romántica, disfruto la novela
romántica. Aplaudo y admiro a sus escritores y espero que sean respetados por su trabajo, porque lo que escriben es tan valioso como cualquier otro género. Pero no puedo dejar a un lado los finales duros, las tramas no amorosas y realistas, o los mundos de fantasía, todo eso forma parte de lo que necesito en mis estanterías y cuanto mas variadas sean mas sabré apreciar lo que contienen.
Y por muchos años
Hasta otra!!!!
Hasta otra!!!!
*Foto de Susan E Phillips extraída del Facebook de la autora