Título: Milena
Autor: Margarete Buber-Neumann
Editorial: Tusquets
Colección: Andanzas
Género: Biografía
Sinopsis
Margarete
Buber-Neumann conoció a Milena Jesenská (1896-1944) en el campo de
concentración de Ravensbrück, en 1940. En ese infierno sin límites, las dos
mujeres vivieron una historia de amistad, valentía y dignidad de la que surgió
este libro, escrito a instancias de la propia Milena. En él, la autora desgrana
la infancia de Milena en Praga, su agitada adolescencia, sus dos matrimonios,
su intensa actividad política, su relación amorosa con Franz Kafka, su carrera
como periodista y traductora, su vida clandestina como comunista bajo el terror
nazi y, finalmente, su prisión y muerte en el campo de concentración.
Antes de morir de
agotamiento, Milena había dicho a Margarete: «Sé que al menos tú no me
olvidarás, que podré seguir viviendo en ti. Tú les dirás a los demás quién fui,
serás mi juez clemente». Y Margarete, a quien estas palabras infundieron el
valor de escribir este testimonio de coraje y resistencia frente a la barbarie
nazi, cumplió su promesa
“El nombre de Milena significa «la que ama» o «la que es amada», y como si se tratara de una predestinación, el amor y la amistad dominaron toda su vida, se integraron en su destino.”
De Milena supe por el libro Cartas a Milena de Kafka. Sí,
uno de esos casos que ocurre de una gran mujer que se conoce a través del genio
de un hombre. Lo curioso es que este
libro fue publicado por primera vez en España en 1967 con el título de Milena, la novia de Kafka (parece que Tusquets subsanó el error que en
su día cometió Planeta).
Bueno, la cosa es que pese a mi error inicial (o el cebo, o
como queráis llamarlo) la idea de leer sobre una mujer que vivió en una época
tan interesante, me pudo. Así que me metí
en el libro.
Aviso, quien espere encontrar a Kafka en toda la historia se
verá decepcionado, solo aparece en un capítulo mas o menos.
Margarete Buber-Neumann y Milena se conocen en el campo de
concentración de Ravensbrück en 1940, la primera queda impactada por la luz y
la vida que desprende Milena en un lugar semejante. Ambas tienen cosas comunes, han conocido el
comunismo, sus errores, sus traiciones y las presas de esa ideología no las tienen
en muy alta estima.
La autora desgrana su relación en el campo y la vida de
Milena desde su infancia en Praga, hasta la muerte de esta.
“A principios de agosto de 1940 me habían llevado a Ravensbrück. Detrás de mí quedaban los horribles años en la Rusia soviética: mi detención por parte de la NKVD en Moscú, la condena a cinco años de trabajos forzados, mi estancia en el campo de concentración kazajo de Karagandá, y posteriormente mi entrega a los alemanes por parte de la policía estatal rusa, en 1940.”
“La checa Milena Jesenská fue la primera de las presas políticas que no sólo habló conmigo, sino que además me creyó y me otorgó su confianza. Me sentí afortunada por haber sido llevada a Ravensbrück, pues allí había encontrado a Milena.”
“Ravensbrück está situado en Mecklemburgo, a ochenta kilómetros al norte de Berlín. En 1940, la Gestapo había encerrado allí aproximadamente a cinco mil mujeres: presas políticas, judías, presas por motivos religiosos, gitanas, delincuentes y asociales. Al final de la guerra había en Ravensbrück alrededor de veinticinco mujeres.”
De esta novela, pese a una narración que a veces me costó,
me llevo varias cosas. La primera es una
amistad nacida en un momento y ambiente duro, horrible y tan oscuro, que hizo
que dos mujeres en muchas cosas opuestas, se acercaran para apoyarse y darse
luz la una a la otra. Milena y Margarete
se entendían, se necesitaban y apoyaban de un modo que solo un lugar así puede
provocar.
Margarete escribe la vida de Milena por una promesa, esta le
pidió que no fuera olvidada, que juntas escribieran un libro de todo lo que
había pasada allí y Margarete lo cumplió. La segunda es la cereteza de que hay tantas "Milenas" y muchas olvidadas, me que queda un extraña y triste sensación
Mientras leía el libro no podía evitar recordar a la madre
de Tú no eres como otras madres, no porque la vida de ambas fuera la misma,
sino por la luz y el imán de ambas personas. Pese a no ser hermosas, o al menos así las describen,
impactaban. Milena se crió en Praga bajo
una cierta tradición pero pronto quiso conocer más. Su primer matrimonio no fue muy bien y le
llevó de la comodidad a cierta pobreza que el amor no pudo suplir. Así realizó distintos trabajos, ya que nunca
fue una mujer que se amilanara por nada.
En cierto momento, debido a los círculos que frecuentaba conoció a Kafka
del que había traducido alguna obra y su relación primero por carta se fue
intensificando. En realidad el carácter de
Kafka fue el problema aquí.
“Era tímido, miedoso, dulce y bueno, pero los libros que escribió fueron crueles y dolorosos. Veía el mundo repleto de demonios invisibles que combaten y aniquilan al ser humano, indefenso. Era clarividente. Demasiado sabio para saber vivir y demasiado débil para luchar: pero la suya era la debilidad de los hombres nobles y bellos que, sin ser capaces de luchar contra la angustia, los malentendidos, la falta de amor o la falsedad de espíritu, son conscientes de su impotencia y se someten, avergonzando así al vencedor.”
Milena fue de esas mujeres adelantadas, curiosas, que fueron
capaces de aprender de las personas que la rodearon, de los hombres a los que
amaron, ya fueran escritores, arquitectos, etc.
Vivió en la bohemia, en la política, entre escritores, en otros
ambientes, daba igual, se entregaba a lo que creía, pero a la vez juzgaba. Su trabajo como periodista, sus artículos
(primero de moda, luego mas políticos) le dieron una visión de la realidad mas
cercana a la sociedad. Creó panfletos políticos y de resistencia sin ningún miedo a las consecuencias, siempre consecuente con sus ideas.
Tenía una visión minuciosa a la que Margarete muchas veces alude en su relato. Para ella, Milena en ocasiones parece tomar notas mentales de todo lo que ocurre en el Campo, es como si lo guardara para ese libro que tenían planeado.
Tenía una visión minuciosa a la que Margarete muchas veces alude en su relato. Para ella, Milena en ocasiones parece tomar notas mentales de todo lo que ocurre en el Campo, es como si lo guardara para ese libro que tenían planeado.
Me parece interesante como trata el tema del comunismo, la
decepción, la crítica. Para muchos, las
ideas comunistas suponían en aquel momento una especie de salvación a lo que
venía y quizá por eso optaron por la ceguera, por no creer a las voces que avisaban de lo que mas tarde vendría (y que el mundo descubriría con horror años después). Aunque Milena y otros sí se dieron cuenta de la que escondía algunas partes del partido comunista.
"En 1937 había superado ya todos los vestigios de su pasado comunista y se había liberado completamente de su antigua forma de pensar. Reconocía las amenazas a la libertad, vinieran del lado que vinieran, y tuvo el suficiente valor para juzgar con la misma firmeza tanto la dictadura nacionalsocialista como la de la Rusia soviética. Esto la colocó en franca y decisiva oposición a la mayor parte de los intelectuales de Praga, quienes, marcadamente antifascistas, cerraban los ojos ante la realidad soviética. Milena poseía el don del pronóstico político. Justamente al principio de la segunda guerra mundial manifestó a sus amigos: «Si nos tuviera que liberar el ejército soviético, creo que me suicidaría…»."
Otra cosa que quisiera desatacar es los datos que aporta del
Campo de Ravensbrück, de la vida allí, de las divisiones de las presas, de las
torturas, incluso en un momento dado habla de cómo se seleccionaban a las
guardianas del campo. Todo esto es muy interesante.
Milena ha sido una lectura intensa, densa en ocasiones
debido a una narración que me ha resultado como a “trompicones”, pero que era
lo suficientemente interesante para seguir leyendo.
Como siempre, conocer nuestra historia, narrada por los que
la vivieron, es un modo de entender de dónde venimos. Y sobre todo, recordarnos que todavía hay muchas historias de mujeres que hay que recuperar y no hacer aun mas grande el olvido.
Recomendado.