Título: Yo antes de ti
Autor: Jojo Moyes
Editorial: Suma de letras
Sinopsis
Lou Clark sabe muchas cosas. Sabe cuántos pasos hay entre la
parada del autobús y su casa. Sabe que le gusta trabajar en el café Buttered
Bun y sabe que quizá no quiera a su novio Patrick.
Lo que Lou no sabe es que está a punto de perder su trabajo
o que son sus pequeñas rutinas las que la mantienen en su sano juicio.
Will Traynor sabe que un accidente de moto se llevó sus
ganas de vivir. Sabe que ahora todo le parece insignificante y triste y sabe
exactamente cómo va a solucionarlo.
Lo que Will no sabe es que Lou está a punto de irrumpir en
su mundo con una explosión de color.
Y ninguno de los dos sabe que va a cambiar al otro para
siempre.
Yo antes de ti reúne a dos personas que no podrían tener
menos en común en una novela conmovedoramente romántica con una pregunta: ¿Qué
decidirías cuando hacer feliz a la persona a la que amas significa también
destrozarte el corazón?
Opinión
Esta no es la primera novela que leo de la autora y siempre
que me enfrento a un nuevo libro suyo lo hago con cierta incertidumbre ya que
no se qué sentiré al cerrarlo. No se la
razón por la que no me di por vencida con ella, pero al terminar esta
novela lo he agradecido.
Primero diré que tiene una bonita historia de amor, pero no
es un libro de género romántico propiamente dicho, se encuadraría más en actual. Emociona y mucho, a mi por lo menos.
En un blog leí que la comparaban a la peli “Elegir un amor”,
nada que ver. Otros lo hacen con otra
película más reciente, la francesa “Intocable”, que desde aquí recomiendo a
quien no la haya visto. Pero el libro es
maravilloso por si mismo.
Lou es una chica de
veintisiete años que acaba de ser despedida de su trabajo en una
cafetería. Esto supone
una gran merma en la economía familiar (vive con sus padres), ya que su sueldo
era el más constante y abultado que entraba en casa. Su hermana, madre soltera, vive también con ellos y tiene pensado volver a la universidad. Lou
jamás ha salido de la pequeña ciudad en la que vive, a los pies de un castillo
propiedad de los Traynor. Y para colmo,
a su novio ahora le ha dado por entrenar todo el día hasta el punto de que ella
le llama “el hombre maratón”.
Un día, responde desesperada a un anuncio de cuidadora, encontrándose con que tendrá que atender al hijo de los Taylor, Will, un joven
de 35 años tetrapléjico y de carácter bastante huraño.
Los primeros días entre Lou y Will no son maravillosos y
ella cree que no va a soportarlo, pero el carácter contestón y peculiar de la
chica parece hacer mella poco a poco en él y le divierte en cierto sentido. Todos aprecian un pequeño cambio en su
actitud y creen que quizá en los meses que dura el contrato, se obre el milagro que esperan.
No quiero destripar muchas cosas más, ya que es una historia que merece leerse por muchas razones, aunque el deseo de encontrar una historia bonita de amor, con final feliz no debe ser una de ellas.
Me han encantado los dos personajes principales, creo que
están compuestos con fuerza y realismo.
Llegas a cogerles un enorme cariño y aunque quizá no compartas sus
decisiones (o quizá sí, eso va en cada uno), está escrito de tal manera que no
busca dramatismo ni sensiblería, solo respeto. Creo que la autora ha sido
valiente al plantear algunos temas. Pero
lo hace con un fino sentido del humor, donde he llegado a
soltar carcajadas, risas y sonrisas.
"El segundo era un vestido negro muy austero, cortado al bies, de cuello y puños blancos, que había hecho yo misma. Parecía, pensaba yo, elegante y parisino.
—Parece que estás a punto de servir los helados —dijo Will.
—Ay, colega, pero qué buena doncella serías —añadió Nathan, en tono de aprobación—. No dudes en ponerte ese por aquí. De verdad.
—No vas a tardar en pedirle que limpie el polvo de los rodapiés.
—Hay un poco de polvo, ahora que lo dices.
—Mañana —intervine— os vais a encontrar una sorpresa en el té."
Lou y Will hacen del humor, del cariño y el amor, las armas
en su lucha contra sus demonios. Son meses de amistad, de aprendizaje, de lecciones de vida…
También hay unos secundarios maravillosos: la hermana de Lou
que hace de confidente pese a sus típicas peleas fraternas, Nathan el
enfermero de Will que está siempre ahí y
que da a Lou una de las mayores lecciones casi al final de la novela. Y la familia de Will que no sabe muy bien
cómo manejar todo lo que tienen entre manos.
La pena es que a veces se pierde un poco el ritmo y alguna
trama secundaria debería haberse eliminado.
Pero en general, me ha gustado y entretenido mucho. Creo que lo voy a recordar con mucho cariño,
por sus personajes protagonistas, por algunas de las situaciones. Y sobre todo,
por lo real de las personas, de sus sueños, sentimientos y emociones.
Al cerrar la novela y pese a tener los ojos llorosos, una
sonrisa me bailaba en los labios. Un
libro que en sus últimas líneas transmite amor sin noñerías, esperanza en el futuro, ganas de vivir… pero eso sí, no es una novela romántica
