Autor: Sarah Lark
Editorial: EdicionesB
Colección: Landscape
Num pags: 832
Sinopsis
Sinopsis
Mecklemburgo, 1837: el sueño de una vida mejor convence a
los familiares de Ida de emigrar a Nueva Zelanda. Pero cuando el barco Sankt
Pauli llega por fin a la Isla Sur, a todo su pasaje le espera una sorpresa
desagradable.
¿Así es realmente la tierra prometida? Pronto el destino de
Ida toma un giro tan inesperado como el de su amor secreto hacia Karl. Y por
algún motivo, en esa tierra Ida solo encuentra amistad y protección en la
exótica y singular Cat, una chica criada entre maoríes… Hasta que llega la
noche de la gran inundación.
Opinión personal
Estamos ante la primera novela de la nueva
trilogía de Sarah Lark y si he de ser sincera,
aunque la autora tiene una forma de escribir que engancha, no estaba del
todo convencida de enfrentarme de nuevo a otra de sus aventuras. Pero una portada que me llamó poderosamente
la atención (hay que reconocer que el diseño es realmente bonito) y una
sinopsis que promete, terminaron por convencerme.
La acción se desarrolla entre las dos islas |
Ida es una joven alemana de familia tradicional, de carácter
despierto e inteligente y que pese a poseer un espíritu inquieto, se ve abocada
a obedecer los designios familiares de matrimonio y futuro en otro país. Sus sentimientos ocultos se centran en Karl,
un jornalero de futuro incierto, que es
capaz de emigrar sin apenas nada y sin promesas de un pedazo de tierra, solo para estar al
lado de la mujer a la que quiere.
Son estos dos personajes, los que sirven a Sarah Lark para reflejar el modo en que algunos colonos llegaron a aquellas tierras, sus costumbres, sus actos y la manera en que muchos fueron engañados y tuvieron que salir adelante.
Son estos dos personajes, los que sirven a Sarah Lark para reflejar el modo en que algunos colonos llegaron a aquellas tierras, sus costumbres, sus actos y la manera en que muchos fueron engañados y tuvieron que salir adelante.
El personaje de Ida es quizá el que menos me gusta de los tres protagonistas, pero aun así es comprensible en todos sus actos. Es una mujer criada y educada en un entorno
determinado, con unas creencias claras y con unas pautas de obediencia muy
fijas. Es en esta nueva tierra donde
descubre a través del dolor, de la decepción, la amistad y la libertad, un
nuevo “yo” que la hará ser fuerte. Me ha
costado conectar con ella en los momentos egoístas, dependientes, en esos en
los quería que espabilara de una vez.
Pero la autora ha sabido construir un personaje de una evolución lógica
y coherente.
Karl es de esos personajes a los que tienes que adorar, un
hombre que hecho a si mismo, que lucha por su destino, por mejorar
con los medios que tiene a su alcance y que nunca se rinde ante lo que se
propone. Memorable es su manera de
aprender inglés frente a la cerrazón de aquellos que creían que lo mejor era
encerrarse en sus propias comunidades.
Un personaje que me ha conquistado.
Lo mismo que ocurre con Cat, criada en Nueva Zelanda y
mezcla de culturas. Un personaje entre
dos mundos que entiende el poder de la tierra y de los espíritus, que enseña a
Ida lo que es importante y que lucha permanentemente por encontrar su
sitio. Cat ese personaje libre, que ama,
lucha y sobrevive en un país que la cuestiona por ser quien es.
Flor que da nombre a la novela |
"Si me preguntaras
qué es lo mas importante del mundo,
esta sería mi respuesta:
Los seres humanos, los seres humanos, los seres humanos."
esta sería mi respuesta:
Los seres humanos, los seres humanos, los seres humanos."
Sentencia maorí
Estos y otros, son los que nos llevarán a adentrarnos en esta interesante historia en la que los maoríes fueron engañados, al igual que muchos colonos, en una época donde para algunos los escrúpulos no existían.
La premisa de reflejar la lucha de los colonos por sobrevivir a riadas, sus tradiciones, sus prejuicios, junto a la mentalidad maorí con su manera de ver la naturaleza y la propiedad, está resuelta con tal naturalidad que me ha hecho muy entretenida su lectura.
Sarah Lark ha conseguido con esta novela que sus más de
ochocientas páginas se me hagan cortas, que me costara dejar de leer por muy
tarde que fuera y que tenga muchas ganas
de saber qué me depara la segunda parte de esta trilogía.
Una novela muy recomendable