Tras leer la novela Ciudad de reyes de Mariah Evans (reseña
aquí) me he dado cuenta de que soy bastante picajosa con el tema de los
vampiros y en mis esquemas no entran vampiros que no impongan cierto “respeto”. Lo cierto es, que mi hermana se trae cierta
guasa con el tema y siempre alude a los libros raros de vampiros que leo.
Quizá en este caso, si sea cierto que las experiencias de
pequeña te marcan y el que un muñeco vampiro me enseñara contar ha tenido
bastante que ver en el tema. Claro que las cosas han cambiado bastante con los
años
La "agonía" de Angel frente a la ironía de Spike |
No se exactamente qué es lo que me atrae de estas criaturas,
si lo piensas fríamente son cuerpos
muertos que necesitan sangre de otros para vivir. Seres fríos, sin pulso, que no cambian
nunca. ¿Cómo olerán? ¿Funcionará su
cuerpo de alguna manera especial?
En definitiva, diré que me gusta su fuerza, esa visión de las cosas que
les da el saberse inmortales. Adoro los
vampiros irónicos que son plenamente conscientes del mal que pueden causar y lo
asumen, son bestias y lo saben. Luchan contra su naturaleza si quieren, pero
cuando no lo hacen son capaces de causar un gran daño casi sin mover un pelo.
"Being Human". Hombre lobo, vampiro y fantasma |
Todo esto no me pasa ni con hombres lobo, cambiantes, ni con
zombies. De los primeros y segundos no
me va el hecho de que a la mínima cambien.
Ahí ya me empiezo a plantear cosas de lo más peregrinas y absurdas, del
tipo bolas de pelo y eso (cosas de tener
gatos en casa). Y de los últimos, el
tema de la carne cayendo a trozos me plantea un verdadero problema. Así que yo sigo con mis vampiros,
"Entrevista con el vampiro" es uno de mis libros favoritos, luego han llegado otros, incluyendo a autoras como Sherrilyn Kenyon (romance paranormal). En juvenil, ultimamente he descubierto "The inmortal rules" de Julie Kagawa. La propuesta de la autora es una mezcla de historia de vampiros y novela post-apocalíptica que no queda del todo mal.
Los vampiros son y siempre serán, una fuente de entretenimiento para mi. Solo espero que los autores sepan crear grandes personajes, no muñecos sin sentido que no produzcan la menor emoción.
Mientras tanto, seguiré aguantando que mi hermana se ría de mi amor por unos colmillos bien afilados.
¡Hasta otra!