miércoles, 22 de abril de 2015

Hablando de: Vampiros, etc



Tras leer la novela Ciudad de reyes de Mariah Evans (reseña aquí) me he dado cuenta de que soy bastante picajosa con el tema de los vampiros y en mis esquemas no entran vampiros que no impongan cierto “respeto”.  Lo cierto es, que mi hermana se trae cierta guasa con el tema y siempre alude a los libros raros de vampiros que leo. 

Quizá  en este caso, si sea cierto que las experiencias de pequeña te marcan y el que un muñeco vampiro me enseñara contar ha tenido bastante que ver en el tema. Claro que las cosas han cambiado bastante con los años 
  


La "agonía" de Angel frente a la ironía de Spike
No se exactamente qué es lo que me atrae de estas criaturas,  si lo piensas fríamente son cuerpos muertos que necesitan sangre de otros para vivir.  Seres fríos, sin pulso, que no cambian nunca.  ¿Cómo olerán? ¿Funcionará su cuerpo de alguna manera especial?
En definitiva, diré que  me gusta su fuerza, esa visión de las cosas que les da el saberse inmortales.  Adoro los vampiros irónicos que son plenamente conscientes del mal que pueden causar y lo asumen,  son bestias y lo saben.  Luchan contra su naturaleza si quieren, pero cuando no lo hacen son capaces de causar un gran daño casi sin mover un pelo.
"Being Human".  Hombre lobo, vampiro y fantasma



Todo esto no me pasa ni con hombres lobo, cambiantes, ni con zombies.  De los primeros y segundos no me va el hecho de que a la mínima cambien.  Ahí ya me empiezo a plantear cosas de lo más peregrinas y absurdas, del tipo bolas de pelo y eso  (cosas de tener gatos en casa).  Y de los últimos, el tema de la carne cayendo a trozos me plantea un verdadero problema.  Así que yo sigo con mis vampiros, 
mientras no me los pongan blanditos y llorones.

"Entrevista con el vampiro" es uno de mis libros favoritos, luego han llegado otros,  incluyendo a autoras como Sherrilyn Kenyon (romance paranormal).  En juvenil, ultimamente he descubierto "The inmortal rules" de Julie Kagawa.  La propuesta de la autora es una mezcla de historia de vampiros y novela post-apocalíptica que no queda del todo mal.


Los vampiros son y siempre serán, una fuente de entretenimiento para mi.  Solo espero que los autores sepan crear grandes personajes, no muñecos sin sentido que no produzcan la menor emoción.  
Mientras tanto, seguiré aguantando que mi hermana se ría de mi amor por unos colmillos bien afilados.

¡Hasta otra!